19/12/08

Por un consumo responsable también en Navidad


Nos acercamos peligrosamente a eso que llaman navidad, fecha que en realidad ha perdido todo su sentido de origen para convertirse en la fiesta del consumo por antonomasia.
Primero fueron los católicos quienes adoptaron la fecha del solsticio de invierno para la celebración de la Navidad, y ahora son las multinacionales las que se apropian de la celebración.
Han pasado más de 70 años desde que la empresa Coca Cola se nutriese de la imagen de Santa Claus para sus campañas, y el fenómeno ha ido en aumento.
Hoy en día no existe centro comercial, comercio, supermercado, tienda de barrio, etc. que no sucumba a los encantos navideños.
Las fuentes son inagotables: comilonas, adornos, lotería, regalos, ocio... Es el tiempo para derrochar y permitirse todos los lujos que uno no puede darse el resto del año.
Esto provoca no solo el encarecimiento de los productos sino un consumo irracional que no tiene en cuenta ni el origen de aquello que compra (impacto humano y/o ambiental) ni las necesidades /posibilidades de aquel que gasta.
El despilfarro no sucede tan solo en las casas y los comercios sino que los ayuntamientos se suman a esta irracional campaña con su habitual despliegue de luces y adornos navideños.

¡¡Ahora más que nunca por un consumo reflexivo y responsable!!

15/12/08

Criterios para un consumo responsable

Para ejercer un consumo responsable tenemos que tener en cuenta no sólo la calidad y precio de aquello que consumimos, sino también su impacto ambiental y social, y por tanto, también la conducta de las empresas que los elaboran.

Pero ejercer un consumo responsable no equivale a comprar productos que disminuyen el impacto que produce su producción sino que se debe minimizar el consumo, consumiendo sólo lo necesario. Para cumplir esta premisa debemos hacer un análisis crítico sobre nuestras necesidades, ya que muchas veces estas son necesidades creadas, y por tanto no reales.
El consumo nos convierte en corresponsables de los impactos sociales y ambientales que supone producción de aquello que consumimos.
Debemos priorizar productos con menores impactos ambientales y reducir el consumo de los limitados recursos naturales de que disponemos, además de garantizar los mismos derechos para todas las personas, teniendo en cuenta los productos que valoran la justicia social, la ética y la solidaridad, así como la protección del medio ambiente.

La ciudadanía puede convertir su capacidad de compra en un importante instrumento de presión, influyendo enormemente en las prácticas empresariales.




Básandonos en esas premisas hay una serie de cuestiones que deberíamos hacernos a la hora de ejercer nuestro poder de consumo
¿Necesito lo que voy a comprar? ¿Quiero satisfacer un deseo? ¿Estoy eligiendo libremente o es una compra compulsiva? ¿Cuántos tengo ya? ¿Cuánto lo voy a usar? ¿Cuánto me va a durar? ¿Podría pedirlo prestado a alguien? ¿Puedo pasar sin ello? ¿Voy a poder mantenerlo/limpiarlo/repararlo yo mismo? ¿Tengo ganas de hacerlo?

¿He buscado información para conseguir mejor calidad y menor precio? ¿Cómo me voy a deshacer de él una vez que haya terminado de usarlo? ¿Está hecho con materiales reciclables? ¿Las materias primas que se usaron son renovables? ¿Hay algo que yo posea que pueda reemplazarlo? ¿Me he informado de quién y cómo se ha realizado el producto?

Cada uno de nosotros tenemos que dar la respuesta teniendo en cuenta que, en la mayoría de los casos, realizar un consumo responsable sólo implica realizar un cambio en nuestros hábitos de consumo que no conllevan comportamientos muy diferentes a los que ya tenemos, no producen inconvenientes considerables y no requieren esfuerzos específicos adicionales.

14/12/08







Me apetecía darle un poco de interactividad al asunto, así que me he decidido a crear un foro, además del libro de visitas que cree con anterioridad. Aunque hace falta registrarse para poder escribir en ellos están alojados en la misma página por lo que con un solo registro valdría para ambos.
¡¡¡Espero que os animeis a participar!!!

9/12/08

Nosotros alimentamos al mundo


Tras 3 años de espera por fin llega a nuestros cines
este documental dirigido por el austriaco Erwin Wagenhofer, que ofrece una visión del proceso de producción de nuestra comida a la vez que responde a la pregunta: qué tiene que ver con todos nosotros el hambre en el mundo. Es una película sobre los alimentos y sobre la globalización, sobre los pescadores y los agricultores, sobre los camioneros de larga distancia y los ejecutivos de grandes compañías, sobre la circulación de alimentos, una película dirigida por sobre la escasez dentro de la abundancia; que nos lleva por Francia, España, Rumanía, Suiza, Brasil y de vuelta a Austria. Hay entrevistas a Jean Ziegler, Ponente especial de Naciones Unidas para el derecho a la alimentación, al Director de Producción de Pioneer, la mayor empresa de semillas del mundo, y a Meter Brabeck, Director de Nestle Internacional, la mayor empresa alimenticia del mundo además de a pescadores, agricultores y biólogos.


4/12/08

Las Tres Erres


Conocer estas tres claves nos serán útiles para redimir la huella ecológica producida por nuestro consumo:

LA LEY DE LAS TRES ERRES (REDUCIR, RECICLAR Y REUTILIZAR)
La denominada Ley de las 3R, propuesta que popularizó la organización ecologista Greenpeace, propugna la reducción, la reutilización y el reciclaje de los productos que consumimos.

Ley de las tres erres 3R

Reducir:

Hay que procurar reducir el volumen de productos que consumimos. Muchas veces adquirimos cosas que no son necesarias sólo por el afán de comprar. No pensamos que para su fabricación se precisan materias primas que no podemos derrochar como el petróleo o el agua. También hay que tener en cuenta la enorme cantidad de basura que se genera por el exceso de envoltorios en muchas cosas de las que compramos. Así pues, reduce...

- La utilización de productos de usar y tirar, como papel de cocina o pañuelos de papel. Los trapos y los pañuelos de tela de toda la vida pueden resultar una alternativa interesante.

- El uso del papel de aluminio, en su lugar puedes utilizar fiambreras.

- La utilización de bolsas de plástico para la compra, recupera el gusto por los cestos o las bolsas de tela.

- El consumo de energía, utiliza el transporte público, apaga las luces cuando no las necesites, usa la bicicleta.

- El consumo de agua, dúchate en lugar de bañarte, vigila que los grifos no pierdan, cierra el grifo mientras te cepillas los dientes...

Reutilizar:

Se trata de reutilizar el mayor número posible de objetos con el fin de producir menos basura y gastar la menor cantidad posible de recursos en fabricar otros nuevos. Puedes reutilizar...

- El papel: Las hojas escritas sólo por una cara pueden servir para notas o para dibujar: el papel de regalo puede ser utilizado una segunda vez...

- El vidrio: Intenta comprar líquidos en botellas de vidrio retornable.

Reciclar:

Consiste en fabricar nuevos productos utilizando materiales obtenidos de otros viejos. Si no es posible reducir el consumo de algo ni reutilizarlo intenta que al menos sea reciclable.

- El papel: En casa separa los periódicos y revistas, cajas de cartón... y deposítalo en los contenedores para su reciclaje.

- El vidrio: Haz lo mismo que con el papel con cualquier envase de vidrio. Los potitos infantiles o los tarros de mermelada también son reciclables.

- Los envases de plástico, latas y envases tipo brick: Bricks de leche, latas de refrescos, botellas de agua... también pueden ser reciclados depositándolos en los contenedores para tal efecto.

2/12/08

Biocombustibles



Si en un primer momento los biocombustibles se nos presentaban como una alternativa ecológica a los combustibles fósiles, hoy, diversos estudios, señalan que el efecto es totalmente contrario.

La agricultura destinada a la producción de combustible da lugar a una doble vertiente negativa en ambos casos: Por un lado encarece los alimentos, y por otro contribuye a la deforestación y a la conversión de hábitats naturales en tierras de cultivo, y por lo tanto al aumento de las emisiones de Co2 a la atmósfera.
Se trata de un sistema insostenible ya que en la tierra no existe suficiente terreno agrícola para abastecer las necesidades energéticas de todo el planeta, siquiera de una pequeña parte.

La verdadera alternativa a los combustibles (fósiles o no) al alcance de todas/os continúa siendo el transporte público y los vehículos sin motor.